Por qué nunca debes sobrecargar el coche

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Sobrecargar el coche es un fenómeno relativamente frecuente entre los conductores de nuestro país. Éste suele tener lugar en los desplazamientos vacacionales, así como con el uso de vehículos industriales de tamaño medio, como las furgonetas.

Este mal hábito supone un notable incremento en el riesgo que se asume durante la conducción pero, desgraciadamente, muchos conductores no se percatan de su gravedad.

Es más, no es necesario que tenga lugar la sobrecarga para que las condiciones de conducción se vean muy deterioradas. Los límites de capacidad establecidos por los fabricantes no implican que las prestaciones del vehículo se vayan a mantener constantes.

¿Qué quiere decir eso?

Conforme se aumenta la carga del vehículo, el comportamiento de los sistemas de ayuda a la conducción, así como toda la mecánica pierden rendimiento y, una vez se alcanza el límite máximo, la calidad de la conducción es muy inferior.

 

¿Cuáles son las consecuencias de sobrecargar el coche?

 

Peligro de accidentes

La realidad es que el hecho de sobrecargar el vehículo afecta negativamente al comportamiento de éste durante la conducción, hasta el punto de que pueda tener lugar un serio accidente ocasionado por la pérdida de control del coche.

¿Por qué se pierde el control del vehículo?

 

Pérdida de eficacia de los sistemas de seguridad electrónicos

El control electrónico de estabilidad –conocido como ESP) está concebido para evitar que los movimientos bruscos y cambios de dirección que puedan tener lugar durante la conducción afecten a la estabilidad del vehículo y provoquen que éste vuelque.

Cuando se sobrecarga el coche, el balanceo que se genera al tomar las curvas se incrementa exponencialmente, lo que termina por causar derrapes muy peligrosos. Por regla general, el ESP no es capaz de estabilizar un vehículo cuando éste ha sido cargado más allá de las indicaciones especificadas por el fabricante.

 

Comportamiento deficiente de los sistemas de suspensión

La amortiguación del eje trasero suele ser la más afectada cuando se sobrecarga un coche, dado que las principales zonas de carga se sitúan sobre dicho eje. En estos casos, es muy frecuente que se produzca un fuerte sobreviraje tras el paso por curva, lo cual puede ocasionar la pérdida de control del vehículo y la imposibilidad de mantener la trayectoria correcta.

 

Aumento de la distancia de frenada

Cargar un coche más allá del límite de su capacidad tiene una influencia directa sobre el comportamiento de los frenos.

Si el estilo de conducción no se adapta a las circunstancias de sobrecarga, la distancia de frenado puede verse muy incrementada. Es decir, si se circula a la velocidad habitual y no se anticipa la frenada, la distancia recorrida será mucho mayor, lo que puede llegar a causar una colisión.

 

Peligro de propulsión de objetos del equipaje

Uno de los aspectos que suelen derivarse de la sobrecarga de un vehículo es el hecho de no proceder a colocar el equipaje de una manera segura. El motivo no es otro que el coche no está preparado para albergar semejante carga, por lo que no es posible proceder a una correcta colocación de la misma.

En consecuencia, los objetos transportados pueden desplazarse durante el trayecto, lo que no hace sino alterar de forma imprevisible el punto de gravedad del vehículo y dificultar la conducción.

Pero eso no es todo…

Además, en aquellos casos en los que tenga lugar una frenada de emergencia o se produzca el vuelco del coche, dichos objetos pueden salir despedidos, golpeando a los ocupantes.

En ese sentido, debe tenerse en cuenta que, circulando a tan sólo 50 km/hora, una maleta de 20 kilogramos, que salga proyectada tras una frenada, acumula una fuerza cinética de. aproximadamente. una tonelada de peso. El riesgo de causar lesiones de extrema gravedad en los ocupantes del vehículo resulta más que evidente.

 

Exceso de consumo

Los riesgos de sufrir un accidente no son el único motivo por el que se desaconseja no sobrecargar un vehículo. El consumo de combustible es un factor que también está muy presente en estos casos y que resulta igualmente persuasivo.

¿Cuál es el exceso de consumo?

Debe tenerse en cuenta que, por cada 100 kilogramos de peso adicional que se transporte en un coche, el consumo de combustible puede incrementarse hasta en un 5%.

 

Sanciones administrativas

Finalmente, también conviene destacar que el exceso de peso en un vehículo puede acarrear cuantiosas multas administrativas.

Dependiendo de la gravedad de la infracción y el tipo de vehículo, las multas pueden ir desde un mínimo de 301 euros, hasta un máximo de 4.600 euros.

Además, si la infracción es detectada durante un trayecto en carretera, el vehículo será inmovilizado hasta que se proceda a restaurar un peso por debajo del máximo establecido.

 

Conclusión: No vale la pena sobrecargar el coche

En definitiva, los riesgos para la seguridad, así como el incremento del consumo de combustible y la posibilidad de sufrir una sanción administrativa constituyen argumentos más que suficientes para no sobrecargar tu coche.

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