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¿Cómo conducir en viajes largos y preparar el coche? Los viajes en coche de larga distancia son especialmente frecuentes en las épocas vacacionales, así como para determinados profesionales relacionados, especialmente, con el ámbito comercial.
Con el objetivo de evitar imprevistos durante el trayecto, es conveniente llevar a cabo una puesta a punto del coche. En el caso de que cuentes con los conocimientos técnicos necesarios, es probable que puedas hacer un chequeo generalizado de los aspectos más relevantes de la mecánica del vehículo. Para el resto de las cuestiones, en la actualidad, lo más recomendable es contar con la ayuda de un profesional.
Por otra parte, actualmente, una gran parte de los vehículos de nueva fabricación incorporar sistemas para advertir al conductor de la necesidad de llevar a cabo una revisión de mantenimiento. De forma que, al menos, esas comprobaciones rutinarias lograrán reducir considerablemente la posibilidad de tener algún tipo de percance durante un viaje de larga distancia y te ayudan a conducir correctamente en viajes largos.
¿Dónde realizar una puesta a punto antes de un viaje?
Por regla general, este tipo de revisiones pueden realizarse en cualquier taller, sin que eso suponga una pérdida de la garantía del fabricante.
Qué revisar antes de un viaje en coche
Como ya te he indicado hacer un momento, los coches que se fabrican actualmente incorporan un buen número se sensores y chivatos que permiten hacer un fácil seguimiento del estado del vehículo. Ahora bien, los viajes largos supone que el vehículo va a verse sometido a un estrés considerable, motivo por el cual, te recomendamos revisar los siguientes elementos.
Comprobación de los neumáticos
El buen estado de los neumáticos constituye uno de los principales factores de seguridad durante la conducción, lo cual resulta aún más importante en el caso de realizar un viaje de larga distancia.
- Asegúrate de conocer las condiciones especificadas por el fabricante en lo que se refiere a su caducidad y el recambio de los mismos.
- Presta atención al desgaste que puedan estar experimentando, especialmente en los flancos.
- Observa si tienen algún tipo de golpe.
- Comprueba los niveles de presión.
Comprobación de los frenos
Si los neumáticos suponían un factor determinante para la seguridad, las buenas condiciones de los frenos son un elemento imprescindible. La comprobación de los frenos es una de las grandes asignaturas pendientes de la mayor parte de los conductores. De hecho, de acuerdo con un informe de Road House, el 86,5% de éstos no sabe cómo comprobar si sus neumáticos están en buen estado o no.
Es más, si bien la mayoría de los conductores afirma saber que los frenos deben pasar obligatoriamente revisiones para comprobar su estado, sólo el 34,6% es consciente de que éstos cuentan con su propia revisión específica, la cual no está ligada con el examen general del vehículo.
Por regla general, se recomienda que cada 10.000 kilómetros se proceda a quitar una rueda delantera para comprobar el desgaste de las pastillas de frenos. En aquellos casos en los que el grosor de las mismas sea igual o inferior a los 3 mm se requiere proceder a su recambio.
Comprobación de los niveles de aceite y otros líquidos
Es conveniente asegurarse de que los niveles del líquido de frenos, limpiaparabrisas, agua, así como los líquidos de dirección y refrigeración están en niveles óptimos.
Por otra parte, la comprobación del nivel de aceite es tan sencilla como esencial, dado que la falta de lubricación de las diversas piezas del motor podría suponer que éste se gripara; es decir, que determinadas piezas se terminaran fundiendo debido a las altas temperaturas alcanzadas por el rozamiento del metal.
Esto sucede fundamentalmente cuando el motor no cuenta con el suficiente aceite o líquido refrigerante.
¿Cómo medir el nivel de aceite?
Para medir el nivel de aceite, debes esperar a que tu coche esté en reposo con el motor frío. Además, el vehículo debe encontrarse estacionado en un terreno horizontal. Una vez abierto y sujetado el capó, procede a localizar la varilla de medición del nivel de aceite. Ésta se sitúa junto al bloque del propio motor.
Extrae la varilla y limpia la superficie. Acto seguido, busca las dos muescas que indican los niveles mínimo y máximo de aceite permitidos por el fabricante. Vuelve introducir la varilla en su habitáculo para extraerla de nuevo. En este caso, tan sólo el extremo inferior debería estar manchado de aceite. Dicha mancha debería situarse entre las dos muescas previamente mencionadas.
Comprobación de la suspensión
Puedes llevar a cabo una sencilla comprobación de los sistemas de amortiguación presionando el coche hacia abajo sobre cada una de las ruedas hasta alcanzar el máximo nivel de compresión. En caso de que, al soltar, el vehículo experimente cierto rebote es probable que la suspensión no se encuentre en buen estado, en cuyo caso lo más prudente es consultar con un especialista.
Comprobación de las luces
Antes de salir de viaje, asegúrate de que las todas las luces del vehículo están en perfectas condiciones y los faros están limpios, al igual que los testigos del coche a vigilar.
Otros consejos para un viaje largo en coche
Además de las cuestiones técnicas anteriormente citadas, te recomendamos hacer una serie de comprobaciones rutinarias acerca del equipamiento del vehículo.
Asegúrate de que llevas el chaleco reflectante y que éste se encuentra en un lugar accesible desde el propio habitáculo del conductor. Igualmente, comprueba que dispones de un triángulo de emergencia homologado y de que toda la documentación del coche está convenientemente guardada en la guantera o debajo del asiento.
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