El capó de tu coche: ¿qué se esconde debajo?

El interior de un coche puede volverse un lugar algo intimidante por la gran cantidad de piezas que contiene, imprescindibles para que el vehículo funcione al 100%. Para evitar este “miedo” a abrir el capó, te hemos preparado un recopilatorio con algunos componentes que puedes encontrar debajo del capó y su funcionamiento. ¡Así no tendrás ningún problema cuando te toque examinarlos!
 

13 dispositivos que puedes encontrar al abrir el capó de tu coche

  1. Tapón del aceite. Sirve para reponer el lubricante que engrasa las piezas del vehículo cuando está en movimiento. Puede identificarse con un símbolo de una aceitera. Si necesitas abrirlo para reponer el líquido, recuerda que debes hacerlo girando un cuarto de vuelta y, una vez hayas terminado, cerciorarte de que ha quedado bien cerrado.
  1. Varilla del aceite. Se encuentra justo al lado del depósito. Permite conocer la cantidad de aceite que tiene el coche, así como su estado (si está sucio o no). Para ello, solo tienes que desenroscar la varilla, limpiarla con un trapo e introducirla y volverla a sacar. Si el nivel está entre las marcas de mínimo y máximo, todo está en orden. Si no, tocará rellenar el depósito. Es recomendable realizar esta comprobación cada mil kilómetros y, siempre en un lugar llano y con el coche apagado.
  1. Sistema de inyección. Es un mecanismo de alimentación de los motores de combustión interna, a través del cual se traslada el combustible desde el depósito hasta los cilindros. Así el motor cuenta con la energía suficiente para hacer la combustión. Solo los coches de gasolina y diésel cuentan con este sistema.
  1. Caja de fusibles. Son un elemento de seguridad que protege todos los componentes eléctricos del coche (luces, radio, etc.). Si hay una corriente excesiva que los pudiera dañar, el fusible se rompe para evitarlo, cortando a su vez la corriente. La caja se identifica con un icono de fusible. En caso de que quieras saber más detalles sobre dónde encontrarla –según el vehículo se ubica en diferente lugar- y qué hace cada uno (ya que hay varios fusibles dentro de la caja), puedes consultarlo en el manual del fabricante.
  1. Depósito de líquido de frenos. Almacena este líquido, el cual permite la transmisión de fuerza desde el pedal de freno hasta las ruedas y que el vehículo se pare cuando lo necesites. Al ser básico para tu seguridad es imprescindible comprobar que el nivel del líquido se encuentra siempre dentro de los límites, marcados en el propio depósito. Suele ser fácil identificarlo ya que lleva un tapón negro con letras amarillas.
  1. Motor. Considerado como el corazón del coche, el motor se encarga de convertir el calor en movimiento, ya sea proveniente de la combustión (en el caso del diésel) o de la explosión (en el de gasolina). Al ser el componente básico que hace que el coche se pueda mover, suele estar “escondido” bajo un plástico negro, para que esté más protegido.
  1. Batería. Enfunda la energía eléctrica necesaria para poner en marcha el motor. También hace que funcionen los equipos eléctricos cuando el vehículo se encuentra parado. Suele ser fácil de ver a primera vista debajo del capó, por su gran tamaño. Sin embargo, hay coches que lo tienen en el maletero como, por ejemplo, los de alta gama.
  1. Líquido refrigerante. Su función es la de hacer que el motor tenga una temperatura interior aceptable, evitando cualquier sobrecalentamiento o congelación. Puedes encontrarlo en un depósito transparente y suele ser de color rosa o verde. Al igual que otros líquidos, debes revisar que se encuentra entre los niveles adecuados.
  1. Alternador. Esta pieza metálica, con forma de rueda y con cables en su interior, se encarga de abastecer de energía al coche mientras está en marcha. Al mismo tiempo recarga la batería y mantiene otros dispositivos del vehículo. Tiene un diseño muy característico con ranuras de ventilación, y está en la zona delantera del motor.
  1. Colector de admisión. Esta pieza regula el consumo y la conducción del coche. Tiene forma de conducto y a través de él el aire llega hasta las canalizaciones de la culata. Dentro del colector también está el caudalímetro, que mide la masa del aire, y el filtro del aire.
  1. Depósito del aceite hidráulico. La dirección hidráulica es la que hace que no necesites fuerza para girar el volante. Para que esta funcione, es necesario un circuito hidráulico, que tiene un depósito con el aceite. El líquido debe estar siempre fresco y de un color frambuesa. Si está marrón, significa que está viejo y que debes cambiarlo.
  1. Control de estabilidad. Es un cilindro metálico, con cuatro conductos que llegan a los neumáticos, que actúa sobre ellos frenándolos. Así, el coche se mantiene estable en todo momento y todas las ruedas cuentan con la misma velocidad.
  1. Líquido del limpiaparabrisas. Aunque a veces queda un poco escondido por el motor, podrás reconocer el depósito por su tapa azul, con un icono característico. Recuerda que cada cierto tiempo deberás reponerlo por completo, siempre con un líquido específico o con lo que te recomiende el manual. Así te asegurarás de una buena visibilidad ante cualquier situación.

 
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