Conducir con niebla: recomendaciones para mantener la seguridad

Con la llegada de estaciones más frías, se producen con mayor frecuencia otros fenómenos meteorológicos como las lluvias, el granizo y, por supuesto, la niebla. Ésta última es especialmente peligrosa para los conductores, al reducir significativamente la visibilidad en la carretera. Por ello, en caso de tener que coger el coche, debes extremar las precauciones para conducir con la mayor seguridad posible a tu destino.

Ocho claves para conducir con niebla

En LeasePlan hemos recopilado las recomendaciones de la DGT para enfrentarte a la conducción con niebla sin que te pille por sorpresa:

  1. ¡Cuidado con la distancia! La niebla (especialmente si es muy densa) limita la visión de la carretera y, por ende, la de los coches que tienes delante. Lo mejor es aumentar aún más la distancia de seguridad que de normal, alejándote del vehículo que tengas delante, para reducir las probabilidades de colisión.
  2. Ten en cuenta la humedad. Al encontrarte las carreteras más mojadas, deberás alargar las frenadas y tener más precaución en los giros, ya que el vehículo no responderá igual que en suelo seco. También es importante que lleves preparado el depósito del limpiaparabrisas y las escobillas limpias.
  3. Cuidado con el “hielo negro”. Este es un fenómeno que se forma cuando, al atardecer o anochecer, la niebla entra en contacto con el asfalto que tiene una temperatura de cero grados o menos. El resultado es una fina capa de hielo en el asfalto, que, aunque casi no se aprecia, resbala. Lo mejor es tomar precaución e ir suavemente y sin acelerar.
  4. Evita las luces largas. Quizá pienses que, por la falta de visibilidad, poner este tipo de luces sea una buena idea. Sin embargo, resulta contraproducente, ya que el resplandor rebota en el banco de la niebla y puede llegar a deslumbrarte.
  5. Sigue las marcas del suelo. Un buen truco que puedes hacer para continuar tu camino, a pesar de la niebla, es fijarte con cuidado en las marcas longitudinales del suelo y no separarte de ellas. Esto hará que mantengas la dirección centrada en todo momento y en el carril correspondiente.
  6. No te detengas en el arcén. Evita a toda costa pararte en el margen de la carretera en días así, ya que el resto de conductores no podrán verte bien y sería peligroso. En caso de pinchazo, lo mejor es seguir rodando despacio hasta alguna salida o área de servicio. Si de repente tu vehículo se detiene por un fallo, sal del mismo con precaución y coloca los triángulos de emergencia a una distancia mayor de lo normal.
  7. Acuérdate del piloto trasero. Este elemento de señalización se activa cuando la niebla es tan espesa que no deja visibilidad, y su finalidad es la de transmitir tu ubicación al resto de conductores y peatones. Recuerda también que, una vez haya pasado la zona con niebla, debes desconectarlo, para no molestar al resto de conductores.
  8. Adapta tu velocidad. No puedes mantener la misma marcha cuando circulas con buena visibilidad que con niebla. En estos casos, lo más recomendable es reducir la velocidad del coche lo máximo posible. Así tendrás más margen de maniobra en caso de que surja algún imprevisto.

Sistemas para complementar tu conducción durante la niebla

Para ayudarte en tus viajes, puedes integrar algunos gadgets que te serán de gran ayuda en caso de niebla espesa, y con los que te sentirás mucho más cómodo al volante:

  • Cámaras y radares: Existen ciertos sistemas concretos con los que podrás vigilar tu conducción como cámaras para ver el ángulo muerto, radares de señales, o gadgets que te avisan en caso de cambio involuntario de carril.
  • Navegador: Un buen navegador te permitirá ver el camino que vas a seguir (y prever si toca hacer alguna curva cerrada, por ejemplo), sin tener que apartar la vista de la carretera.
  • Neumáticos Run Flat: Este tipo de ruedas son conocidas como “antipinchazos”, ya que tienen una tecnología que, en caso de reventón no pierden tanto aire al instante. Por lo tanto, son especialmente útiles en caso de que circules habitualmente por zonas de niebla, ya que, si pinchas, podrás conducir sin problema hasta una zona más segura.
  • Sensores de lluvia y luces: Este tipo de artefactos son ideales en esta situación, ya que, al activarse de forma automática, te permitirán centrarte en la conducción, sin estar pendiente de elementos como el parabrisas y las luces.
  • Sistema de visión nocturna: Encargado de detectar a cualquier coche, peatón, animal o ciclista que se cruce en la niebla.

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