Cómo ahorrar el máximo combustible posible: 12 trucos

ahorrar combustible

Continuamos con nuestra serie dedicada a ahorrar combustible y te ofrecemos un conjunto de 12 trucos y técnicas imprescindibles de conducción eficiente centradas en la reducción del consumo.

Conforme leas nuestras instrucciones, verás que gran parte de ellas se relacionan las unas con las otras, lo que facilita mucho su aplicación.

Lo primero es entender que si deseas ahorrar la mayor cantidad de gasolina posible, la tecnología que incorpore tu vehículo constituye un factor secundario.

Los fabricantes de automóviles se han encargado de explotar y utilizar los avances desarrollados en los propulsores modernos con el fin crear argumentos de venta convincentes.

Sin embargo, aún hoy en día, las diferencias en los niveles de consumo de gasolina siguen teniendo mucho más que ver con la velocidad a la que se circula y una serie de hábitos al volante.

 

Los 12 mejores trucos para ahorrar combustible

 

#1 Prescinde de los acelerones

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Salir como una exhalación de un semáforo en rojo tan sólo contribuirá a incrementar tu consumo de combustible en los desplazamientos urbanos. Una aceleración agresiva genera más de un 30% extra gasto energético por parte del motor.

Lo mismo ocurre cuando se circula en vías rápidas. Llevar a cabo fuertes acelerones con el fin de adelantar al vehículo precedente de una forma repentina es muy poco práctico.

Precisamente, las vías rápidas –como autopistas y autovías- están preparadas para poder mantener una velocidad constante y homogénea durante la mayor parte del trayecto.

Si tienes previsto adelantar al vehículo precedente, inicia del proceso de aceleración de forma progresiva.

 

#2 Anticipa el tráfico precedente

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Anticipar el tráfico precedente es una técnica que consiste en prestar atención no solamente al vehículo situado delante de ti, sino a varios vehículos que preceden a éste.

Este tipo de conducción es especialmente eficaz circulando vías rápidas y embotellamientos, debido a que:

  • Evita tener que frenar de forma brusca para iniciar la marcha de forma casi inmediata.
  • Permite anticipar la necesidad de reducir la velocidad, evitando seguir acelerando de forma innecesaria.

 

#3 Respeta la distancia de seguridad

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Conservar la distancia de seguridad no solamente es una de las principales medidas para evitar las colisiones por alcance. También supone la mejor manera de anticipar la circulación precedente de la que hablábamos en el anterior apartado.

En los momentos de frenada, el espacio que te separa de otro vehículo determina la necesidad de pisar el pedal del freno o, sencillamente, soltar el pie del acelerador y permitir que sea el motor el que retenga el vehículo y reduzca la marcha. A este fenómeno se lo conoce como “freno motor” y posibilita un ahorro notable de combustible.

 

#4 Reduce la velocidad de circulación

La cantidad de resistencia al aire que los vehículos necesitan vencer se incrementa exponencialmente conforme aumenta la velocidad de un objeto en movimiento.

Si traducimos esta ley de la física a la circulación vial, nos encontramos con que el consumo de combustible a partir de los 100 km/h se incrementa exponencialmente. Por ejemplo, la diferencia de consumo entre circular a 120 km/h y circular a 80km/h es superior al 60%.

 

#5 Alarga la distancia de frenada

Una forma muy sencilla de asegurarte de que estás ahorrando combustible es utilizar el freno lo mínimo posible.

Por supuesto, esto no significa que debas conducir de forma temeraria con el propósito de no frenar. Nuestro consejo es más sutil y seguro.

¿Dónde está el truco?

Tal como hemos señalado hace un momento, anticipar la necesidad de frenar te permitirá dejar de acelerar mucho antes. Esto se traducirá en una menor utilización de los frenos y el consiguiente alargamiento de la distancia de frenada.

Sea como fuere, lo más importante de todo es el ahorro que se consigue. El hecho de pisar el pedal del freno supone que se ha desperdiciado una valiosa energía. Evítalo alargando tus frenadas, mediante el uso del freno motor ya mencionado.

 

#6 Adáptate al diagrama urbano de onda verde

Aún hoy en día, muchos conductores desconocen que la regulación de gran parte de los semáforos urbanos está pensada para posibilitar una velocidad constante y reducida del tráfico en las ciudades.

Eso significa que intentar circular a altas velocidades por las calles no sólo resulta inseguro, sino totalmente ineficaz.

¿Te ha pasado esto alguna vez?

El diagrama de onda verde coordina los semáforos para ajustar la circulación vial. Intentar adelantarse a dicho diagrama exigiría duplicar la velocidad permitida. Lo más probable es que acabarás teniendo que frenar bruscamente en la mayor parte de los semáforos para ver llegar por el retrovisor al resto de vehículos.

 

#7 Utiliza la caja de cambios de forma eficiente

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Tal como indicamos en nuestra Guía fundamental sobre conducción eficiente, la correcta utilización de las marchas puede suponer un gran ahorro energético. Esto se traduce en todo un conjunto de recomendaciones, entre las que podemos destacar las siguientes:

  • Durante los procesos de aceleración, cambia de marcha entre las 2.000 y 2.500 revoluciones por minuto en los motores de gasolina, y las 1.500 y 2.000 revoluciones en los motores diesel.
  • Utiliza la 1ª marcha únicamente para recorrer los primeros metros. En las salidas con pendiente descendente, engrana la segunda marcha y permite que el vehículo comience el movimiento arrastrado por la gravedad.
  • Cambia a las marchas más largas siempre que te sea posible circular de una forma segura y el motor no corra riesgo de griparse por la pérdida de potencia.

¿Qué significa esto?

Esto implica que durante los cambios de marcha, se puede prescindir de las marchas intermedias. Por ejemplo, nada te impide engranar progresivamente primera, segunda, cuarta y sexta.

 

#8 Aprovecha las pendientes declinadas

Cuando un vehículo circula a más de 20 km/h con una marcha engranada y sin pisar el pedal del acelerador, la bomba deja de inyectar combustible. Esto se traduce en un consumo energético nulo.

Gracias a esto, es posible ahorrar una buena cantidad de gasolina cuando se está bajando por una pendiente. Basta con dejar la marcha más larga engranada y levantar el pie del acelerador.

 

#9 Optimiza el uso de los neumáticos

En nuestro artículo sobre la “influencia de los neumáticos en la conducción” explicamos en detalle cómo la calidad, estado de conservación y presión de los neumáticos pueden afectar al consumo de combustible, entre otras cosas.

¿Qué hay de los neumáticos ecológicos?

Los denominados neumáticos ecológicos permiten reducir el gasto de carburante en un 3%.

 

#10 Utiliza aceite de baja nivel de viscosidad

Si quieres optimizar el rendimiento del motor, el aceite de baja viscosidad permite una óptima lubricación y reduce el nivel de resistencia por fricción.

No obstante, solamente está indicado para vehículos nuevos o que tengan poco uso.

 

#11 Reduce la carga innecesaria

A menudo, utilizamos el maletero como una especie de cajón desastre en el que se acumulan objetos y bultos que raramente utilizamos. Revisa tu maletero y extrae toda la carga que no sea absolutamente imprescindible.

Por cada 100 kilogramos de peso adicional que se carga en un vehículo, el gasto de combustible se incrementa en un 5% de media, siempre y cuando no se circule a altas velocidades. En esos casos el consumo es aún mayor.

Puedes leer más acerca de los inconvenientes y peligros de sobrecargar el coche en nuestro artículo especializado.

 

#12 Utiliza el aire acondicionado de forma eficiente

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El aire acondicionado supone un consumo energético bastante residual, siempre y cuando sea utilizado de una forma eficiente.

Cuando se trata de refrigerar un coche que ha permanecido al sol y cuyo habitáculo se ha recalentado, lo más apropiado es abrir las ventanillas para permitir que la circulación de aire reduzca inicialmente la temperatura. Sólo entonces se recomienda activar el aire acondicionado.

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