La primavera es una temporada muy esperada, ya que aumentan las horas de luz, las temperaturas son suaves y apetece retomar los planes y escapadas. Sin embargo, al igual que el resto de estaciones, cuenta con ciertas peculiaridades. Para ello, en LeasePlan te hemos preparado un decálogo con los mejores consejos de mantenimiento de tu coche y tu conducción en esta época del año. ¡Descúbrelos a continuación!:
- Comprueba los neumáticos al completo.
- Estate preparado para la alergia.
- Asegura tu visibilidad en todo momento.
- ¡No te olvides de las tormentas!
- Revisa el sistema de aire acondicionado.
- No retrases la revisión del nivel de líquidos.
- Batería y frenos, fundamentales en el mantenimiento.
- Atención al polvo en suspensión.
- Prepárate para los cambios de luminosidad.
- Llega un aumento del tráfico y los desplazamientos.
Las ruedas, que no se te pase revisarlas
Aunque en esta estación sea frecuente el buen tiempo, las lluvias también son comunes en primavera. Por ello, es recomendable revisar las ruedas para evitar el ‘aquaplaning’. Ya que te pones a revisar tus neumáticos, no te olvides de mirar el dibujo, la banda de rodadura y la presión (la cual debe estar entre las cifras estipuladas en el manual).
¡La primavera, la alergia altera!
Con la floración, llega también la temida alergia. Para evitar los estornudos y lagrimeos, mantén las ventanas de tu vehículo cerradas, evita las horas de mayor concentración de polen y no cojas el coche si tomas antihistamínicos (suelen provocar somnolencia). También es recomendable limpiar y sustituir el filtro del habitáculo, ya que te ayudará a evitar la entrada del polen y de cualquier elemento contaminante.
Mantén siempre una buena visión en la carretera
Para asegurarte de ello, es importante que no te olvides de las siguientes tareas: comprobar las funciones de iluminación, revisar el estado de las escobillas y la cantidad de líquido limpiaparabrisas y, por último, limpiar el exterior de tu coche. Esto te ayudará sobre todo a cerciorarte de ser visto por el resto de conductores.
Prepárate para pasar del sol a la tormenta
Las precipitaciones, breves pero intensas, son muy habituales en primavera. Si te encuentras con una, aumenta la distancia de seguridad y disminuye siempre tu velocidad. Si la lluvia se vuelve demasiado intensa, haz algún parón en una zona segura y espera a que amaine un poco.
El aire acondicionado, tu gran aliado con el calor
El invierno provoca mayor humedad y esta puede fomentar que se adhiera la suciedad en los conductos del aire. Para evitarlo, limpia y desinfecta el climatizador. En caso de que necesites recargar el aire acondicionado, lo mejor es llevar tu coche a un profesional.
El nivel de líquidos siempre a punto
En este caso, es importante examinar el nivel de aceite, el líquido de frenos y el refrigerante. Si no hay suficiente, deberás rellenarlo según los parámetros indicados por el fabricante.
Dale especial importancia a la batería
Uno de los componentes que más sufren en invierno es la batería, por lo que es importante revisar su carga y estado general. Del mismo modo, si notas cualquier anomalía en los frenos (pedal más duro de lo normal, el vehículo tarda en frenar, etc.), es probable que necesites unas pastillas o discos nuevos.
Que el polvo en suspensión no te impida la visibilidad
Además de precipitaciones, la primavera también trae días más secos. Durante estos aparece el conocido “polvo en suspensión”, que se adhiere a los cristales y, por tanto, reduce la visión. Aunque puedas limpiarlo con los parabrisas, en muchas ocasiones deja barro que se puede extender por los mismos.
¡Ten a mano unas buenas gafas de sol!
Durante esta estación es normal que se pase de mucho sol a cielos encapotados o precipitaciones en un momento. La solución para ello es hacer un buen uso de los parasoles y llevar gafas de sol, para mantener una buena visión todo el camino.
La época de las “BBC”: bodas bautizos y comuniones
Con la Semana Santa y la celebración de las bodas, bautizos y comuniones, la primavera te “obliga” a coger más el coche para desplazarte o hacer viajes largos. En estos casos de mayor afluencia, sé paciente al volante, cumple con la distancia de seguridad con el resto de vehículos y sigue las indicaciones viales, en todo momento.
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